un día soleado y ...

...perfecto para una boda

ELISABETH & JAMES
Fue un verdadero placer ayudar a esta joven pareja, cuyo mayor deseo era que sus invitados lo pasaran en grande disfrutando al máximo.
Una de esas bodas donde no faltó nada: Un día perfecto de sol radiante en la maravillosa finca Monnàber, en Fornalutx, una cuidada decoración llena de pequeños detalles que marcan la diferencia y que podrían verse y disfrutarse en cada momento de la celebración, una variada y exquisita comida a cargo de Ainere catering y unos novios guapos con un grupo de amigos llenos de buena onda.
Nos encantan las bodas de día porque son más largas y gracias a los cambios de luz varían los escenarios dándonos oportunidades para incorporar nuevos elementos en la decoración.
La ceremonia se ofició a mediodía, protegidos por la sombra del bosque de encinas. Los bancos de los invitados, realizados con madera de troncos de árboles locales  combinaban a la perfección con el entorno.
El cortejo que precedía a la novia apareció con todas las madrinas engalanadas en elegantes vestidos en color rosa palo.
Lizzy recorrió emocionada el pasillo nupcial, marcado por pedestales de troncos con jarrones azules llenos de ramos de flores a tono y en color crema. Junto al altar de piedra, bajo un arco de troncos decorado con flores y telas de tul de seda, la esperaba nervioso James.
Ambos sellaron su amor con un beso bajo una lluvia de confetis con forma de corazón.
Luego de disfrutar del aperitivo con frescas bebidas y canapés de aire mediterráneo los invitados pudieron escoger a la carta lo que deseaban comer.
Vistosas sombrillitas blancas de tela colgaban desde la pérgola de la casa, bajo la cual montamos la mesa para el banquete.
La gran mesa imperial vestida con mantel de hilo en tono piedra estaba decorada con flores del mismo estilo que en la ceremonia, pero aquí incorporamos el color rosa que llevaba también el ramo de la novia y que concordaba con las hortensias de los jardines de la finca.

Para el postre, además de la tarta nupcial de chocolate y frutos del bosque, trajimos un carrito de helados con forma de tranvía del que disfrutaron durante toda la calurosa tarde y la cena.
En los jardines de la casa comenzó luego la gran Fiesta. Una amiga de la pareja cantó para ambos, y un original “tequila point” garantizó el ritmo de los invitados, que degustaron los chupitos de diferentes destilados.

Los asistentes se recrearon distendidamente entre baile y baile en nuestro mobiliario chill out, y al atardecer retomaron fuerzas con una barbacoa y un buffet de ensaladas donde las luces de las velas y las guirnaldas en los arboles brillaron hasta la  culminación de esta fiesta memorable.
Gracias tanto Cristian Trujillo encargado del reportaje fotográfico como George  Peakes que realizó el video y que nos dejaron bellísimas imágenes dignas de una boda de película.