una boda ...

... de mar y montaña

IOLANDA & JOSE

Cuando conocimos a lolanda, ella estaba buscando un lugar para su boda.
Originaria del valle de Sóller, quería un lugar cercano a su ciudad, que tuviera un entorno bonito pero sobretodo quería que la finca para su enlace transmitiera romanticismo y que tuviera esencia, historia y más. Enseguida pensamos en nuestro lugar fetiche… “Son Marroig”, el símbolo de bodas en Mallorca por excelencia ubicado en plena cordillera norte, en Deià.

Sin embargo, ella no estaba muy convencida porque le habían hablado muy mal del lugar; entonces sin compromiso, la invitamos a que juzgara con sus propios ojos, y cuando lo descubrió se enamoró perdidamente de sus muros y sus vistas inigualables donde se funden el cielo y el mar.

Nos preguntamos -como lo hiciera Robert Graves años atrás- “¿qué tiene Deià que afecta poderosamente el corazón?” Aún no tenemos la respuesta, pero sabemos sin duda que este lugar “deja huella” y que las parejas unidas aquí recordarán este día por siempre.

José el novio es gallego y capitán de barco, por lo que Son Marroig también conjuntaba sus pasiones de Mar y Montaña al igual que la tierra de su prometida. Este concepto de mar y cielo fue entonces nuestra inspiración y el color azul dio personalidad al evento.

Para el pasillo nupcial pusimos una alfombra color azul eléctrico para que resaltara la novia y su bello vestido de la firma Fara Sposa con torso de encaje y falta de tul de seda.

Los escalones del templete fueron decorados con farolillos de cristal azules en diferentes tamaños en combinación con arreglos de flores blancas en macetas con motivos de arabescos azules.

El ramo de novia, clásico, sutil y romántico formado por un bouquet redondo compacto de rosas blancas enmarcadas en gypsophilia del mismo tono.

La novia llegó en un Rolls- Royce modelo Silver Shadow de color azul, un coche clásico vintage de los años 70, regalo de sus padres.

En la emotiva ceremonia se celebró el “Rito de la Arena”, simbolizando, la unión inseparable de la pareja donde los granos de arena de la playa del puerto de Sóller representando a Iolanda se entremezclaron con los de la playa del puerto de Espasante representando a José, ambos conservando sus colores y texturas, pero ya para siempre imposibles de separar.

Al finalizar la ceremonia aparecieron unos gaiteros tocando música folklórica como detalle sorpresa para el novio, y junto con la alegre música gallega una lluvia de confeti multicolor celebró esta unión en la salida nupcial.

En los alrededores de los jardines sobre los bancos de piedra, pusimos cojines en tonos blancos y azules con estampados Ikat que combinaban con las macetas de mayólicas antiguas.

En la zona de la cena mantuvimos el protagonismo del azul especialmente en los manteles y las copas de agua pero en un tono más desaturado, e incorporamos el color rosa en la flores, que junto al azul Serenity estaban muy de tendencia esta temporada.

Manteles de lino en color piedra con estampados de flores azules, las sillas modelo napoleón marfil y las minutas caladas que parecían de encaje vistieron con elegancia clásica y romántica la terraza de la finca.

Ya en la zona de discoteca los invitados pudieron disfrutar de nuestro mobiliario chill out de madera con detalles en color azul y blanco conjuntados con la decoración general de la temática escogida para esta boda de mar y montaña.

Tofol Morey realizó el bello reportaje fotográfico.